Te fuiste en una carretera a los treinta y ocho. El día cuatro habrías cumplido cincuenta.
Vivir sin ti .
Llorando me acaban de abrazar,
no puedo ni quiero pensar.
Han venido tus hermanos,
temblorosos y angustiados
¡Que ya nunca yo te veré
que no volverás jamás!
En amargos sollozos
mi pecho ha estallado
lágrimas muy ardientes
mi corazón han anegado
Unos dedos siniestros
en mis entrañas hurgando
alaridos desesperados
de mi alma han brotando
¡Te has ido,princesita mía!
Que tristeza me ha quedado,
ya tus ojos besar no podré
en toda mi vida no te veré
tus manos jamás acariciare.
Tu que siempre nos regalabas
vida y amor,a diario nos dabas
¡Que desamparo sin tu querer!
En tus hijos tu savia dejaste
me recuerdan tu dulce calor
pero...ni por un instante
puede menguar este dolor
Hiciste tu,tanto por mi..,
y yo,tan poquito que te dí...
¡Que amargo es vivir sin ti!
María Sena.
¡Qué sentir! ¡Cuánto dolor para una madre! Pasará el tiempo y tus lágrimas seguirán corriendo...
ResponderEliminarQuerida María Luisa, si, tienes razón esa herida nunca cicatriza del todo, aunque no es igual que los primeros día. No habría ser humano que lo pudiera resistir de ser así.
EliminarUn abrazo amiga y gracias por tu cariñoso comentario.
No hay nada más doloroso para una madre, amargo poema . .
ResponderEliminarun abrazo inmenso
Si, así es amiga, pero los que quedan te ayudan
ResponderEliminara seguir adelante y la vida continua, y aunque
te parece mentira poder seguir, ¡sigues!
¡Gracias por estar y comentar Cielo!
Un cálido abrazo compañera.
Que dolor leer este poema...No olvidarás pero le pido a Dios por tu resignación...que llega.Un abrazo enorme.Me quede por aca te invito a que me visites y si te gusta te quedes.Un beso.
ResponderEliminarGracias Idolidia por tu cariñoso comentario.
ResponderEliminarEl tiempo querida amiga, por suerte apacigua
el dolor, de no ser así no se podría seguir
viviendo.
P.D. He estado varias veces en tu blog, pero no
he sabido que he de hacer para poder seguirte.
¡Soy muy torpe para estas cosas ¿una ayudita?
Besos.