¡Hambre!
Ciegos y locos suenan mis sollozos, sin encontrar alivio
Mi soledad que... esperándote retumba y tiembla,
y aun sigue aguardando que se disipe
la niebla.
¡Tengo tanta hambre... de ti! mi cuerpo esta murmurando...
¡Mis entrañas envidiosas... ya lo están susurrando!
Tus manos van resbalando por mis senos caprichosos,
y mi vientre se estremece con sacudidas
ansiosas
Comenzó la danza, suenan suaves y tímidas caricias,
oleaje...marejada...lenguas atrevidas y...¡ albricias,!
Lamiéndonos a sorbos nos íbamos
bebiendo
¡No es un sueño soñado, nos estamos
viviendo!
Sumergidos en un mar de anhelantes y ardientes deseos!
nos mecemos acompasando nuestros frenéticos sexos.
gozando
el elixir divino en nosotros se está
derramando
¡y locos de contento nos abrazamos
María Sena
30/11/2011
Pues muy apasionado poema. Te felicito, pues yo no sé escribir sobre estos temas.
ResponderEliminarUn beso grande.
Gracias Lujan, pero,jajaja, solo es cuestión
ResponderEliminarde dejar libre a la loca de la casa..
Muchas gracias por tu cariñoso comentario.
Un abrazo querida amiga.