Manos ligeras cual plumas…
Caricias coloridas de las teclas del piano,
siete notas unidas en el ascenso del aire
componiendo una música dulce y suave.
Música que en pocos instantes pueden darnos paz
paz que a veces se pierde en este frenético mundo
Quieta y fascinada en silencio la escucho
mientras el pianista todavía está interpretando
se convierte en el protagonista de algo mágico
porque una poesía en mi cabeza ha nacido…
Ha nacido como una flor silvestre
sin recibir ningún tipo de tratamiento
y sin embargo, está ahí, con su vivo colorido..
¡Verdadera obra de arte de la Madre Naturaleza!
Alessandra Tenerelli.
23/02/2013
(Un bonito poema de mi ahijada Alessandra)
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