Maria, Poeta

miércoles, 6 de marzo de 2013



miércoles, 6 de marzo de 2013


¡Veremos como y donde, acabamos hoy!

Hace bastante tiempo encontré este envío, no me acuerdo donde y como lo encuentro curioso e interesante, lo subo aquí para que no se me pierda y de paso para que lo podáis (si os place) ojear.

Fijaros en el detalle!!!

«Las cartillas eran de 1ª, 2ª o 3ª categoría en función del
 nivel social, el estado de salud y el tipo de trabajo del
 cabeza de familia








1 Los años de la dictadura en España fueron tiempos 
cartillas de racionamiento, de penurias, de escasez…
 Pero también dicen que el hambre agudiza el ingenio
 y de eso en este país vamos “sobraos” (o eso me gusta 
creer).

Entre la 1  imagen y la 2
En los años 40, debido a la guerra, la política económica 
de Franco y el aislamiento internacional, en España
 escaseaban los alimentos. El gobierno decidió controlar
 la distribución de las mercancías, asignando a cada
 persona cierta cantidad de los productos básicos más
 escasos: azúcar, arroz, aceite, pan, judías..., que había
 que recoger con la Cartilla de Racionamiento. Estas 
cartillas se establecieron el 14 de mayo de 1939 y se 
suprimieron en 1952.

debajo de las cartillas
Funcionaba la distribución de alimentos mediante la
 asignación de una cartilla personal llamada "Cartilla
 de Racionamiento", que mediante cupones y previo pago 
de los mismos se asignaba a cada ciudadano, alimentos de
 primera necesidad. El suministro lo designaba la Comisaría

 General de Abastos que cada semana anunciaban públicamente
 el porcentaje, la cantidad y precio de los alimentos que 
se adjudicaban.
Cada ciudadano teníasignado el proveedor o tienda de 
comestibles que podía utilizar. 
+++++
El patacón era una moneda de diez céntimos de peseta.
Dos perras chicas, hacían un patacón. Dos patacones y una
 perra, hacían un real. 
El real era una moneda que llevaba un agujero en el centro.
Cuatro reales, eran una peseta. A la moneda de peseta, se 
le llamaba “rubia” Cinco pesetas, hacían un duro. Por lo 
veinte duros, eran cien pesetas.

Marzo de 1947: Patatas norteamericanas para los madrileños
Y con cartilla de racionamiento…
Publicado en el diario Ya el 1 de marzo de 1947.

“La parte blanca de las naranjas situada entre la cáscara
 y los gajos se apartaba y se ponía en remojo a modo de
 patatas cortadas. Los huevos eran sustituidos por una 
mezcla formada por cuatro cucharadas de harina, diez de 
agua, una de bicarbonato, pimienta molida, aceite, sal y 
colorante para darle el tono de la yema.”
No sé cuál sería el resultado final de esta peculiar
 tortilla pero no me diréis que no era ingenioso.

Lógicamente la cantidad de comida era insuficiente y la
 gente tenía que buscarse la vida. Los gatos se degustaban
 por liebres (”dar gato por liebre”), patatas a lo pobre, 
patatas al Avión (patatas hervidas con laurel y un toque de
 colorante marca “el Avión”), leche aguada, guisos de 
castañas y bellotas, achicoria por café… Pero el más 
curioso de todos: “tortilla de patatas sin patatas ni huevos”.

El pan, que era negro, porque el blanco era un artículo de
 lujo, quedó reducido a 150 ó 200 gramos por cartilla. Se
 tenía que contar con el permiso de las autoridades para 
hacer la matanza. Muchas veces en las casas se hacía el pan
 por la noche para evitar a los agentes de la Fiscalía, 
pero al día siguiente lo encontraban por el olor y decomisaban 
el pan. A veces lagente desenterraba los animales muertos y se 
los comía.

2 cartilla
Era imposible adquirir de una forma legal cualquier 
alimento que no estuviera controlado por el Racionamiento,
 salvo que se acudiera al mercado negro que se llamaba 
"estraperlo", con precios por muy encima de lo establecido
 por la Comisaría de Abastecimientos.
Las personas que se salían de la normativa legal tenían
 altos riegos de ser condenados con penas de cárcel.

«Las cartillas eran de 1ª, 2ª o 3ª categoría en función del
 nivel social, el estado de salud y el tipo de trabajo del
 cabeza de familia. Los productos que se entregaban eran
 básicamente: garbanzos, boniatos, bacalao, aceite, azúcar
 y tocino; de cuando en cuando se encontraban maravillas 
como café, chocolate, membrillo o jabón. Rara vez se
 repartía carne, leche o huevos, que sólo se encontraban en
el mercado negro

Se presenta una tabla para hacer idea de los alimentos que 
se suministraba a cada persona por semana, que podía 
cambiar según las necesidades, cantidad y 
alimentos circulantes en cada momento según criterio de 
Comisaría de Abastecimientos.
va junto
-Un cuarto de litro de aceite.
-Cien gramos de azúcar terciada.
-Cien gramos garbanzos.
-Doscientos gramos de jabón.
-Un kilo de patatas.
-Un bollito diario de pan

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